El Abierto Mexicano de Tenis que se inaugura el día de hoy 26 de febrero del 2024, comienza en Acapulco con felicidad, glamour y entretenimiento para una minoría de la sociedad acapulqueña, pues a pesar de ser un evento deportivo cuya finalidad es incrementar el turismo y la derrama económica, éste no deja de ser una de las muchas caras que tiene el clasismo y deja observar con claridad la enorme brecha de desigualdad social en que Acapulco se encuentra sumergido, pues mientras empresarios y políticos gastan exorbitantes cantidades de dinero para poder asistir a este evento, a tan solo escasos kilómetros se encuentra una enorme fila de ciudadanas y ciudadanos que fueron afectados por la devastación provocada por el huracán Otis y que deben pasar días formados bajo el intenso sol, sofocados por el calor húmedo de la costa y batallando contra los molestos mosquitos por las noches.
¿El Abierto Mexicano de Tenis verdaderamente le abre las puertas a todos los mexicanos o solamente a una minoría cuya vida se encuentra rodeada de privilegios? Si bien, El MEXTENIS llevado a cabo en Acapulco es una iniciativa privada que tiene por objeto generar derrama económica para el puerto, no deja de ser un evento exclusivo para gente privilegiada cuya solvencia económica puede pagar los precios tan altos de los boletos para asistir a mirar un par de partidos de tenis.
Mientras que la clase acomodada disfruta de botanas y bebidas refrescantes al mismo tiempo que disfrutan de un divertido partido de tenis, familias acapulqueñas enteras buscan la manera de salir adelante y reconstruir sus viviendas que fueron destrozadas con el paso del huracán Otis.
En resumen, el Abierto Mexicano de Tenis es un evento deportivo que busca la derrama económica en Acapulco pero que beneficia en gran manera a una minoría cuya opulencia y privilegios son su principal característica y que se encuentra muy por encima de una realidad deplorable en la que se encuentra la gran mayoría de habitantes acapulqueños.