Aunque no se ha informado de manera oficial, al parecer el próximo 1 de marzo dejan de entregarse las últimas despensas y enseres domésticos en Acapulco como parte del apoyo brindado por el Gobierno Federal tras el paso de Otis en el puerto en octubre del año pasado. Con una inversión social de más de 61 mil millones de pesos, el ejecutivo federal a cargo del presidente Andrés Manuel López Obrador, pretende reactivar la economía de Acapulco y Coyuca de Benítez. La ayuda ha sido invaluable, no obstante, existe una incertidumbre sobre cuál será el rumbo de la economía de los municipios afectados toda vez que los apoyos dejen de ser entregados. El empleo en el sector turístico es un hecho, se va a recuperar, la pregunta crucial es el «cuando», ya que los trabajadores no pueden esperar tanto tiempo de recuperación, debido a la escasez de materiales y aumento del precio de estos. La poca disponibilidad de los materiales para reconstrucción, así como de la mano de obra, hacen que la recuperación económica orgánica (entendida como la recuperación sin intervención estatal) sea más lenta, por lo que el reacomodo de los empleos anteriores tardará un poco más en realizarse.
Por lo pronto, la clase trabajadora de Acapulco que depende del sector turístico tiene que conformarse por lo pronto —al menos, por un año, ya que especialistas indican que la recuperación del puerto tomará ese tiempo, como mínimo— con trabajos temporales, oficios como albañilería, trabajos de plomería, choferes o chalanería; subsistir con envío de remesas de parte de familiares en el extranjero o en otros estados; o ir administrando los apoyos recibidos por el Gobierno Federal o, en algunos casos más extremos, depender de la venta de los enseres domésticos que les fueron suministrados.
El huracán Otis dejó de manifiesto que la economía de Acapulco es muy vulnerable y está sobre una base turística sumamente frágil, y al depender en demasía del turismo, sería un buen momento de voltear a ver otros sectores que pueden —y hasta cierto punto, deberían— de potencializarse, como el sector de la transformación o el sector primario —la pesca y la agricultura—, por mencionar algunas otras actividades y sectores.