Hoy los dos o tres aspirantes a lo que sea, que no salieron en ninguna lista, cacarean a los cuatro vientos que la reelección de un servidor público es una ignominia.
Esto es falaz en varios sentidos.
1) Si les hubiera tocado un huesito, no dirían ni pío, al contrario, ya anduvieran metidos en su campaña y promoción del voto.
2) Si ellos o ellas fueran los que tuvieran la oportunidad de repetir, dirían que es la mejor opción, para hacer un mejor trabajo.
3) Si existe la oportunidad de reelegirse en los cargos de alcaldías y diputaciones es porque en su momento existió un sustento legal y se aprobó la modificación por el debido proceso.
4) Si realmente estuvieran en contra de la reelección, irían al Congreso a solicitar que se anule dicha posibilidad, no andarían haciendo mitote y bloqueando calles.
Un gran número de mexicanos quisieran que AMLO repitiera para continuar revirtiendo los estragos que la política neoliberal provocó en más de 30 años. Un periodo de 6 años es breve cuando se trata de establecer una nueva ruta a las políticas públicas de una nación.
Del mismo modo, en alcaldías y municipios, revertir una crisis o cimentar un proyecto, es imposible en un periodo de solo tres años, en el que siendo realistas, medio año al inicio se va en lidiar con el desfalco heredado y medio año al final se va en el siguiente proceso electoral.
En el caso particular de Acapulco, donde se arrastran dos décadas de problemáticas severas y una historia completa de abandono, saqueo y falta de planeación, un periodo de tres años es insuficiente para cualquier gobierno que busque reconstruir o redirigir la administración.
Corresponde a la ciudadanía brindar o no la oportunidad de dar continuidad a un proyecto, dependiendo la calificación que considere ha tenido el gobernante que busca un nuevo periodo.
Morena en esta ocasión, fiel a sus procesos, definió su candidatura por sondeos y la actual alcaldesa resultó elegida por la opinión de los entrevistados.
La historia dirá si el resto de los ciudadanos confirman esa confianza o eligen una nueva opción entre perfiles que no aportan mucho para sustentar un nuevo proyecto.
Pero si la actual presidenta, Abelina López, recibe un nuevo voto de confianza más que hablar de una reelección, de lo que deberá hablarse es del reconocimiento al trabajo realizado y la oportunidad histórica de dar continuidad a un proyecto político.